El día sin máquinas.
Es curioso como la primera vez que oí hablar de esto fue a través de mi tan habitual teléfono inteligente, y lo cierto es que pensé que sería algo interesante que hacer, estar un día sin mi compañero de vida táctil. Pronto caí en la cuenta de que maquina es todo aquello que nos rodea. Nuestra vida depende ampliamente de las máquinas, no hay nada que no realicemos que no dependa directa o indirectamente de una estructura mecánica capaz de realizar una acción. Dejé de verlo como algo interesante a enfocarlo como un auténtico desafío. Llegó el día, me preparé tanto física como mentalmente para poder llevar a cabo esto. Dejé comida preparada ya que no puedo cocinar, bebida fría en un contendedor aislante con hielo y sobre todo, intente avisar a ,mis ''amigos'' de que estaría desconectado.
Por la mañana sentí un silencio asolador que, si bien era algo curioso no oír la televisión de fondo ni las alarmas, provocaba que esto más la falta de un reloj para comprobar la hora causaran una incertidumbre creciente con el paso del tiempo. No estaba seguro de si habían pasado 10 min o una completa y tediosa hora sabática en la que daba vueltas por la vacía vivienda...
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